lunes, 11 de mayo de 2015

FINALIDADES Y CONDICIONES DE LA INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA

Como orientadora que se inicia en la práctica de la intervención me planteo las siguientes cuestiones básicas:

¿Para qué intervenir psicopedagógicamente?

Para contribuir a que el contexto logre los objetivos educativos socialmente previstos o de desarrollo de las capacidades de los alumnos, ayudando a que se den las condiciones necesarias para alcanzarlos o de potenciación de la intencionalidad educativa.
Gracias a la intervención psicopedagógica, la institución educativa podrá diseñar proyectos educativos progresivamente más coherentes, ajustados y viables e incrementar paulatinamente el grado de autonomía de los profesores en la concreción y desarrollo de los mismos adaptados a las necesidades de sus alumnos y, en definitiva, en el logro y el control del ejercicio de la intencionalidad educativa.
Por tanto la intervención psicopedagógica tiene un carácter contextual, eminentemente preventivo y prioritariamente optimizador de la práctica educativa.

¿Dónde intervenir psicopedagógicamente?

El carácter contextual de la intervención psicopedagógica requiere que ésta se desarrolle tomando en cuenta la estructura, el funcionamiento y la organización del sistema educativo general, del centro y del aula.
En el caso del contexto educativo escolar, por ejemplo, aunque en un momento determinado la intervención se sitúe en uno u otro de los niveles de concreción de la práctica educativa (el centro, el aula), no deben dejar de considerarse todos los demás niveles y sus relaciones mutuas.
En nuestro caso hemos ido pasando pruebas para determinar niveles de concreción curricular de cara a las próximas pruebas de diagnóstico, sin embargo, estamos considerando las necesidades generales de nuestro centro. Hemos detectado, tras una observación continuada en las tutorías, carencias y escasa habilidad en la comprensión lectora de nuestro alumnado. Además este problema ya lo teníamos detectado pues las pruebas diagnósticas del pasado curso concluyeron que nuestro alumnado necesita mejorar tanto en este aspecto como en la expresión escrita.
Ante esta situación la orientadora y yo hemos decidido proponer al claustro la formación de una comisión de competencias lingüísticas que realice una evaluación de la situación real y planifique un programa de trabajo que pueda mejorar estos aspectos.

Considero que es más importante (más que decidir dónde se ubica el psicopedagogo para intervenir) su capacidad para dotar a la intervención de un carácter global y sistémico. Ello necesariamente conlleva que, en cualquier caso, éste tenga en cuenta los elementos relevantes del sistema y sus conexiones a diferentes niveles, de modo que la intervención tienda a lograr, siempre que sea posible, el equilibrio o la mejora global.
Dada la naturaleza sistémica de la mediación y para potenciar que los efectos positivos de la intervención sean aprovechados al máximo, es necesario dotar a la intervención de un carácter colaborativo entre los agentes educativos implicados en diferentes niveles de la práctica educativa de modo que consigan compartir el objetivo.

¿Cuándo intervenir psicopedagógicamente?

No se ha de intervenir necesariamente como respuesta a una demanda y con carácter puntual, sino que, guiándose por criterios preventivos y/o contextuales o sistémicos, su intervención ha de tener un carácter continuado y desarrollar cuando lo considere oportuno iniciativas de intervención.
Todos los objetivos, las tareas y las actividades de intervención habrán de negociarse y consensuarse con los agentes educativos implicados en cada caso, logrando compartir significados en cuanto a las finalidades y los objetivos de intervención y además conseguir la implicación responsable de dichos agentes en las actuaciones que hay que emprender en su evaluación.